La biomasa en una fuente de energía renovable que no emite CO2 a la atmósfera (el CO2 emitido en la combustión se compensa con el fijado por los árboles mediante la fotosíntesis)
Es el conjunto de la materia orgánica, de origen vegetal o animal, y los materiales que proceden de su transformación natural o artificial. Su origen principal es forestal o agropecuario.
La Norma Europea EN 14588 define la biomasa como "todo material de origen biológico excluyendo aquellos que han sido englobados en formaciones geológicas sufiendo un poceso de mineralización".
La Directiva 2009/28/CE relativa al fomento del uso de la energía procedente de fuentes renovables, define la biomasa como “la fracción biodegradable de los productos, desechos y residuos de origen biológico procedentes de actividades agrarias (incluidas las sustancias de origen vegetal y de origen animal), de la silvicultura y de las industrias conexas, incluidas la pesca y la acuicultura, así como la fracción biodegradable de los residuos industriales y municipales”.
Es decir, la biomasa es un concepto muy amplio que incluye principalmente los restos procedentes de las actividades forestales, agrícolas y ganaderas, los subproductos de las industrias agroalimentarias y de transformación de la madera, y la fracción orgánica de los residuos domésticos e industriales.
A partir de biomasa podemos obtener tres tipos de combustibles: biocombustibles sólidos, biogás y biocarburantes.
El uso energético de la biomasa es lo que consideramos bioenergía, y puede ser para generación térmica, eléctrica y transporte.